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07/05/2024Tu estilo de vida predica más fuerte
07/05/2024“El Espíritu de Jehová está sobre mí, porque me ungió Jehová, me ha enviado a: predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos y a los presos apertura de cárcel (…) a consolar a todos los enlutados (…)”
Isaías 61:1-2
Este liderazgo que se presenta en Isaías, es un liderazgo que sabe para qué está liderando, y está revelado a través de la función de la vida de Jesús. Él es la revelación del líder que camina en plenitud y entiende que el Espíritu Santo está sobre él.
Esto lo comprobamos en Isaías 11 que se titula “Reinado justo del Mesías” ¿Qué quiere decir eso? El reinado del ungido. La unción tiene que ver con Espíritu de Dios que está sobre nosotros. De ahí que también proviene la palabra “Anticristo”, “Anti-unción”.
En ese pasaje también podemos ver todo lo que produce la unción: sabiduría, inteligencia, consejo, poder, conocimiento y temor de Jehová. Y es que realmente la unción nunca acaba de madurar, en el sentido de que no hay límites; uno va creciendo en la unción. La clave es saber escuchar y recibir.
Cada uno debe buscar intensamente recibir la unción para traer libertad a la nación, porque la unción rompe el yugo, y si no estamos ungidos como líderes serán en balde los esfuerzos. El conocimiento en la mente, pero sin la unción, no tiene el efecto liberador, tiene el efecto de información pero no de transformación.
¿Cómo funciona la unción? “Y le hará entender diligentemente en el temor de Jehová. No juzgará según la vista de sus ojos, ni argüirá según lo que oigan sus oídos” (Isaías 11:3). El ungido no se maneja por los sentidos, ni juzga por lo que está viendo. Nosotros argüimos y juzgamos según la revelación de Dios para nuestras vidas.
¿Qué produce todo esto? “sino que juzgará con justicia a los pobres, y argüirá con equidad por los mansos de la tierra; y herirá la tierra con la vara de su boca, y con el Espíritu de sus labios matará al impío” (Isaías 11:4). Significa que la unción rompe el yugo. La justicia, es la palabra de Dios. Cuando uno envía la Palabra y no vuelve vacía ¿qué hace? Liberta al pobre. ¿Qué es matar al impío? Traer cambio, conversión del individuo. El Espíritu tiene que producir el cambio en una persona.
Así como Jesús alcanzó la madurez por la obediencia a la Palabra de Dios, así también nosotros tenemos que ir desarrollando la unción con el proceso de nuestra vida. Es sumamente importante aprender a manejarla.
En 1 Corintios 12:4 dice que “hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo”. Uno puede tener todos los dones porque la unción te habilita a todo. Uno puede hacer énfasis a un área en específico, pero todo tiene que ver con el Hijo, el Espíritu opera a través suyo.
Por el Pr. Emilio Abreu