Siete consejos prácticos para embellecerte desde adentro
07/05/2024Ansiedad altamente funcional
07/05/2024Es conocida la relación que hay entre el casamiento y el aumento de peso. Una y otra vez observo en consultorio la relación que existe entre el casamiento y el aumento progresivo de peso. Sin ir muy lejos, en el 2002 se realizó un estudio de investigación1 en el que se evaluó a más de 2500 hombres y mujeres. En este estudio se estudió la asociación transversal y longitudinal que existía entre el casamiento y el aumento de peso. Los hallazgos nos dicen un poco de lo que ya sabemos, pero ellos le pusieron números y le dieron mucho más contexto.
Básicamente, observaron que las personas al casarse suben de peso en una relación directa en los primero 2 años (generalmente menos). La gran pregunta sería cuánto subieron. Poniendo un ejemplo en números sencillos: Una persona de 75 kgrs (con estatura de 1,8 mts) subiría aproximadamente 2,5 kgs y este valor (en proporción) es similar para las mujeres. Este efecto se consolidó cuando se observó que las personas que se divorciaban bajaban de peso. Pero en este caso, las mujeres bajaban hasta 2,5 veces más que los hombres (0,3 vs 0,75 de IMC). Esto pone muy de manifiesto la influencia que tiene la pareja en el descenso y en el aumento de peso. Ya sea como refuerzo positivo o como refuerzo negativo.
Este descenso se puede lograr a su vez con mucha mayor facilidad si ambos deciden comer de manera saludable y acompañar el proceso. En un estudio muy relevante se vio que la pareja que era apoyada por su esposa tenía mucho más descenso y mantenimiento del peso perdido, que en aquellas que no tenían apoyo o incluso rechazo al régimen de descenso de peso2.
Si bien el descenso de peso se puede lograr cuando uno de los cónyuges realiza el descenso de peso sin el apoyo del otro, claramente el proceso se hace más difícil. Las brechas aumentan y los puntos en común cada vez son menos comunes. Esto puede producir en la pareja un cambio o puede producir un quiebre.
Siguiendo la línea del primer estudio se observó que aquellas personas que más subían de peso consumían con mayor frecuencia embutidos, grasas, bebidas gaseosas y carnes muy procesadas. A su vez, también se pudo observar que aquellas personas que hacían más actividad física tenían un menor IMC. Esto nos lleva a la ya muy famosa frase “comer menos y moverse más”, pero en este contexto le agregaríamos el poderoso peso que puede tener al mantener un ambiente saludable puesto que los entornos dan aprobación y refuerzan acciones.
Algunas estrategias para poder lograr realizar ejercicio y descenso de peso juntos sería:
- Desarrollen un alto nivel de conciencia sobre su salud.
- Elijan un deporte o actividad física que sea agradable para los dos (puede ser caminatas, gimnasio, o cualquier otro)
- Sean flexibles el uno con el otro. No deben ser siameses y esto lleva a que cada uno pueda tener ligeras diferencias en sus entrenamientos o tipos de alimentos.
- Aliéntense y apóyense mutuamente. La crítica puede minar sus esfuerzos.
- Cocinen juntos. Busquen recetas saludables, vayan al super juntos e interiorícense del proceso. Hacerlo favorecerá una mayor conexión.
Dos son mejor que uno, y cuando uno se cayere el otro lo levantará. Ya lo dice la biblia, y lo refuerza la ciencia. Así que… ¡Vamos!
Por el Dr. Alejandro Ginzo | Nutriólogo