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03/05/2024Siempre se ha dicho que la cena es lo que más engorda. De hecho, ¿recordas el viejo dicho: “desayuna como un rey, almuerza como un príncipe y cena como un mendigo”?
Fisiológicamente las calorías no cuentan más por la noche. No aumentarás de peso simplemente comiendo más tarde si comes dentro de tus necesidades calóricas diarias. Por tanto, cenar más tarde como único factor no afectará a tu peso.
¿Todas las calorías engordan?
Desde un punto de vista estrictamente metabólico, una caloría en el desayuno es igual que si se consume por la noche. La ganancia de peso (o sea el engordar) se produce si se ingieren más calorías de las que se consumen, con independencia de la hora en que se haga.
La ingesta global de calorías, el grado de actividad realizada, y el origen de esas calorías, preferiblemente obtenidas de frutas y verduras, granos enteros y lácteos, y no de alimentos ricos en azúcares refinados y grasas, es lo que realmente tiene impacto significativo en la salud.
¿Por qué engordamos?
Es frecuente sentarse ante la televisión, después de la cena, con algo muy calórico, como un helado, unas galletitas o unos chocolates, habitualmente no ingeridas por hambre, sino por aburrimiento, estrés, cansancio o simplemente por costumbre. Ese tipo de comida, a la que se le presta poca atención, es en muchas ocasiones la causante de la ganancia de peso.
¿Qué podemos comer por la noche?
- Si la preocupación es engordar, ya hemos visto que el organismo procesa las calorías de igual forma que por la mañana.
- Consume alimentos saciantes, proteicos y ricos en fibra. Si te levantás saciado, será menos probable que caigas en la tentación de seguir picando.
- Si a pesar de todo, luego de la cena se tiene hambre, tené a mano frutos secos en lugar de galletas, y yogurth natural en lugar de helado.
- Evitá el azúcar, la cafeína y el alcohol antes de acostarse. Todos ellos tienen un impacto negativo en la calidad del sueño.
- Si tenés problemas digestivos, planteate apuntar lo que cenas, para identificar qué comidas son las que te producen esos problemas y, consecuentemente evitarlas.
¿Qué pasa si elimino las cenas de mi dieta?
Saltarse las comidas no sería efectivo, en ocasiones nos produciría más ansiedad y haría que comamos grandes cantidades en la próxima comida. Suprimir una cena podría producir que baje el nivel de azúcar en sangre, suframos de hipoglucemia y se reduzca el consumo calórico.
Lo que engorda es comer mal por las noches. Desgraciadamente, es algo que muchas personas hacemos de forma incorrecta por los siguientes factores:
- Por las mañanas podemos llevar una dieta equilibrada, e incluso “comer poco”, pero cuando llegamos a casa lo hacemos en ocasiones llenos de ansiedad y nos desahogamos picoteando lo que tenemos en la nevera, en ocasiones recurriendo a alimentos hipercalóricos ricos en grasas.
- Otro mal hábito que nos puede pasar factura es que, debido al trabajo o a nuestras obligaciones, desayunamos de prisa o ni siquiera lo hacemos, comemos al medio día algo rápido y, finalmente llegamos a casa con muchísima hambre y con ganas de “asaltar la nevera”.
- En ocasiones llegamos tarde a casa, nos ponemos a hacer nuestras cosas y terminamos cenando casi a la misma hora de ir a dormir, antes de que se haya completado la digestión.
- La cena debe ser ligera pero completa, con alimentos como: hortalizas (en cremas, ensaladas al vapor, hervidas) frutas, carne magra (pollo, pavo), huevos, pescados, lácteos descremados.
- La cena debería suponer aproximadamente el 30% de las calorías que ingerimos durante el día. Lo ideal es realizar una cena ligera para favorecer el proceso de digestión y facilitar el descanso.
Por la Lic. Noelia Flores | Nutricionista Reg. Prof. 1659 | (021) 620-5000