El reflejo de sus pisadas
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25/11/2024Nuestros sentidos deben estar alertas al entrar en una relación, no con miedos e inseguridades, sino con conocimiento de lo que uno busca y quiere, para evitar estar con alguien que te ocasione daños y también a esa persona se la ocasiones vos.
Evitar entrar a una relación tóxica o continuar en ella, dependerá sólo de nosotros. Es por ello que es necesario reconocer nuestras emociones, la de tu pareja y cómo influyen dentro de su noviazgo o matrimonio.
Hablar de relaciones de pareja «sanas» o “emocionalmente seguras” puede dar la falsa impresión de que existen relaciones perfectas, lo cual se aleja de la realidad. Toda relación tiene sus defectos o debilidades, por la simple razón de que las personas no son perfectas. Lo importante no es que una relación de pareja tenga debilidades o no, lo que define una relación saludable es que esté interesada o dispuesta a trabajar y atienda sus posibles debilidades y dificultades.
En ese sentido, podemos definir una relación de pareja sana de la siguiente manera: Una relación es sana si existe un esfuerzo de ambas partes de impedir que exista maltrato físico o emocional, faltas de respeto, comportamientos abusivos, controladores, humillantes.
Y para evitar que los momentos de tensión o ciertas discusiones no nos alejen de nuestras parejas debemos crear vínculos en donde, mediante el diálogo, podamos aprender a comunicar nuestros sentimientos y frustraciones en un espacio en donde ambos nos sintamos seguros. Éstos vínculos se construyen con respeto y voluntad, trabajando en conjunto para construir la relación que queremos y nos merecemos.
Algunos aspectos a tener en cuenta, para saber si estás en una relación emocionalmente segura son:
Ambos tienen confianza en el vínculo
Se trata de construir una base sólida de respeto, amor, esperanza y honestidad con tu pareja, y ocuparte de mantener un buen nivel de confianza en vos mismo/a.
Una visión positiva de las personas y evitar los prejuicios o las ideas precipitadas son actitudes que contribuyen a generar y tener confianza en los demás, también dentro de la pareja.
La confianza hacia otra persona te aporta tranquilidad, seguridad, reduce tu nivel de incertidumbre y estrés, relacionados con esa persona y la sensación de que tenés un “hogar” al que regresar, donde refugiarte, donde sentirte seguro y comprendido.
La confianza es básica para que la relación sea sólida y duradera, en la que se puedan desarrollar objetivos conjuntos a largo plazo, y tengas la esperanza de que la otra persona estará al pie del cañón contigo para conseguirlos. También es clave para que se dé la suficiente profundidad emocional y empatía necesarias para generar intimidad. La confianza debe construirse conjuntamente, no se puede imponer.
Son capaces de abrirse y ser vulnerables en la comunicación
La comunicación afectiva en el seno de una pareja marca la posibilidad de vivir una relación satisfactoria. Ahora bien, esta comunicación depende de las características psíquicas de cada uno de sus miembros. Dentro de estas características se encuentra una muy importante: la capacidad para decirle al otro lo que se siente y escuchar lo que al otro le pasa.
Podria suceder que un miembro de la pareja sea más introvertido o no hable de sus sentimientos, esto podría afectar al otro, por no saber qué hacer al respecto, en caso que no puedan solos, es bueno poder hablarlo con una tercera persona que guie a la pareja a cómo afrontarlo , y ambos puedan abrirse sin perder sus personalidades.
Una de las características más importantes de tener una relación segura es poder hablar con la persona que amas de “todo”, ponerse a disposición de hablar pero también escuchar. Buscar solucionar los problemas, hablarlos y tratarlos. Ignorar una situación que para uno de los miembros es importante nunca traerá buenos resultados. Es por ello que debemos ponernos en el lugar del otro, y poner de nuestra parte para comunicarnos adecuadamente y conocer el corazón del otro.
Podes ser vos mismo/a sin ser juzgado/a:
La libertad de ser quienes somos, expresarnos, y actuar sin máscaras con la persona que amamos, es realmente una señal de que estamos en el lugar correcto.
Saber que te aman con tus imperfecciones y vos amas al otro de la misma manera, es saber que podes tener una relación sana, porque ambos buscarán mejorar por el bien de uno mismo y del otro.
No ser juzgados no significa que tu pareja no te diga lo que le molesta, sino que podes hablar de eso con respeto y amor, buscando construir y no destruir a la otra persona.
Aquí podemos ver el reflejo del amor de Cristo hacia su iglesia, un amor incondicional, un amor justo pero misericordioso.
La persona que más te conoce es tu pareja, porque te conoce en todas tus facetas, y si encontras alguien que te pueda mirar sin juzgar, y te ayude con el amor de Cristo a mejorar juntos es definitivamente una relación sana.
Las discusiones no terminan en separarse o no volver a verse:
Una pareja emocionalmente segura también tiene discusiones, nadie es perfecto, pero si al tener estos altercados uno de los miembros habla de separación y divorcio siempre, hay una alerta a tener en cuenta. Amar es tener la seguridad de que pase lo que pase el otro estará a tu lado (no hablamos aquí de abuso físico o psicológico), sino de las situaciones comunes que pasan la mayoría o todos los matrimonios, y/o noviazgos en compromiso.
El matrimonio es para valientes, si querés pasar el resto de tu vida con alguien debes saber que todos los días debes morir, morir al egoísmo, la falta de perdón, y a tener en cuenta las necesidades del otro, sino es mejor permanecer soltero.
La vida en pareja puede ser un manantial de bendiciones con la persona correcta, pero te llevará siempre compromiso, amor, paciencia, bondad, y un corazón perdonador. Debemos cuidar nuestro corazón para dar a otro, porque del corazón mana la vida y Dios quiere para sus hijos una vida en abundancia, donde podamos ser felices con quienes amamos.