¿Por qué nos cuesta tanto dar?

¿Qué dice la Biblia acerca de la generosidad? ¿Tenemos que ser o no ser generosos? La palabra generosidad es tremenda; de hecho el mundo no cristiano la usa como si existiese una ley. Nosotros sabemos que existe una ley universal sobre la generosidad, pero el empresario secular exitoso, no cristiano, ni si quiera creyente, usa la generosidad como una herramienta para la prosperidad y hasta podemos leer en los diarios titulares del tipo “Bill Gates donó la mitad de su fortuna”. Pareciera que ellos entienden la ley de la generosidad antes que nosotros. Teletón, por ejemplo, recauda dinero en 27 horas; es una buena causa, excelente, a mí me consta, es necesario, pero en este país donde la gente se queja de la falta de dinero se recauda tanto ¿por qué? Porque hay gente que entiende que la generosidad tiene una retribución, y nosotros que somos los hijos de quien creó la ley no lo entendemos o no lo queremos entender.

Te voy a contar una experiencia que me marcó y me dolió mucho. Hace unos años yo estaba en una célula y el líder dice: “prepárense porque en la última célula del año vamos a hacer una ofrenda generosa a Dios”. Casualmente hicimos en casa con un asado y después nos íbamos a dividir entre  todos el gasto. La indicación era “pongan el dinero de su generosidad en un sobre sin nombre ni nada”, y yo dije: “bueno, el sobre le vamos a dar al líder y el después lleva a la Iglesia”, entonces puse un 30.000  o 50.000 Guaraníes.

Yo feliz, compré toda la carne que me salió mucha plata, total después íbamos a dividirnos todos. Llegaron todos, cantamos, oramos, se leyó la Palabra, después mi líder dijo: “bueno, ahora todos los varones hagan un círculo”. Estábamos todos juntos pero separados, entonces todos los varones hicimos un círculo y el líder dice: “ahora agarren su sobre y denle al que está a la derecha”. El que estaba a la derecha iba a saber que yo era un miserable, y ahí cambió mi perspectiva de la generosidad. El que estaba a mi izquierda era un muchacho que, yo sabía, tenía problemas económicos; y cuando yo abrí el sobre del que estaba a mi izquierda él puso 300.000 Gs. y yo, que en teoría era uno de los más afortunados del grupo, le di al de mi derecha unos 50.000 Gs. Fue una bofetada lo que Dios me dio.

Ese es nuestro corazón muchas veces: cuando es para que la gente vea, voy a poner linda plata porque si yo tengo que traer acá mi generosidad yo quiero que vean lo generoso que soy; pero cuando es en un sobre cerrado para Dios, ahí cambia mi generosidad.

Existen personas que necesitan plata, pero también necesitan otras cosas. Entonces, si vos no tenés plata podés dar otras cosas. Te puedo asegurar que habrá un anciano que necesita que lo escuches, habrá una persona que necesita un hombro para llorar. Hay muchas formas que tenemos para dar; entonces, si vos no tenés dinero, aprendé este principio de dar, que también funciona.

Por último, saquémonos de la mente que cuando se nos pide algo estamos hablando de plata, porque esto no es necesariamente así. Cuando no puedo, doy mi tiempo, mi espacio, pero tengo que dar algo, porque vamos a ser beneficiados al dar.