La importancia de saber hacia donde vamos
30/04/2024¿Por qué nos cuesta tanto dar?
30/04/2024En tiempos en los que estamos siendo contantemente bombardeados por un sinfín de publicidades de productos de tecnología, moda, perfumería, cosmética y otros tantos, resulta importante hacernos esta pregunta: ¿realmente soy presa de este contexto consumista que me impulsa a realizar compras sin ni siquiera necesitar lo que adquiero, llevándome esto a endeudarme innecesariamente?
Como hijos de Dios debemos ser conscientes de la realidad que enfrentamos, esa que constantemente nos induce a tener más para poder ser. Dicho de otra manera, es necesario ser buenos administradores de todo lo que Dios nos da, y entender que en este mundo no vinimos para ser acumulares de cosas que no necesitamos. Dios nos llama a ser equilibrados en todas las áreas, incluyendo la financiera.
¿Deseo o necesidad?
Muchas personas realizan a diario gastos absolutamente innecesarios, confundiendo el concepto de “deseo” con el de “necesidad”.
Una manera práctica de no caer en este error es identificar si a la hora de realizar una compra lo que realmente me lleva a hacerlo es un simple deseo hacia el artículo en cuestión, o si me muevo en función a una necesidad verdadera.
Graficando un poco la situación, una necesidad podría ser una casa, comida o ropa y el deseo, en este caso, suele ser la marca de la ropa, el nivel de la comida y el nivel de tu casa.
Dicho todo esto, a lo que queremos llegar es a que si realmente no podés pagar tu deseo es recomendable no gastar. Solo hacelo cuando estés verdaderamente frente a algo que necesitás y no que deseás.
Parece muy sencillo, pero realmente a la hora de llevar esta idea a la práctica muchos se quedan por el camino.
Cuando los hijos presionan
Existen padres cuyos hijos los presionan sobre algo que quieren, ya sea porque se burlan de ellos en el colegio, porque todos usan “X “marca y él no, o por otras razones.
Bien sabemos que nuestros hijos no tienen la misma percepción que nosotros hacia los gastos, pero muchos padres caen para no fallarles a sus hijos.
Conozco casos de padres que no podían afrontar el costo del colegio de sus hijos pero que tenían que pagar las vacaciones de fin de año o la colación; los hijos se debían ir de vacaciones con todos los compañeritos y el padre también porque sino era una vergüenza que su hijo no vaya. El padre ya se encontraba debiendo el colegio, la tarjeta, la luz pero el hijo se tenía que ir de vacaciones.
Hay mucha falta de carácter en los padres al no poder decirles a sus hijos la frase “este no es el momento”. Es obvio que al ahcerlo van a protestar, es natural, porque ellos no tienen por qué tener esa responsabilidad que nosotros tenemos. Dicen que la madurez es la aceptación de la responsabilidad, y esto no tiene nada que ver con la edad; entonces hay que aceptar la responsabilidad de ser padre y de tener un presupuesto que alcance para todo: eso es madurez.
Otro caso:
Uno de los gastos innecesarios también se suele dar en las salidas con los amigos por la vergüenza de decir que no al grupo. Es común que al salir de la célula tus compañeros pueden proponer ir a cenar y vos no tenés plata. En ese momento te codeás con tu señora y no pueden decir que no porque sería mal visto a tu entender. Entonces van, vos gastás lo mínimo posible y a la hora de pagar dividen los gastos entre todos y salís perdiendo como en la guerra. Entonces, fuiste a un lugar al que no podías ir, comiste casi nada porque no podías comprar y terminaste pagando un montón de plata, porque no le podés decir que no a los amigos. Es importante que entiendas que no pasa nada diciendole que no a tus hijos, a tus amigos o diciendote no a vos mismo. ¡No se acaba el mundo! Pero no cabe dudas que estas sencillas prácticas van a determinar tu prosperidad y paz financiera.