Tus hijos merecen ser tratados con honra
03/05/2024Enseñe a sus hijos una vida de adoración
03/05/2024Cada hijo ocupa un lugar especial en nuestros corazones y cada uno de ellos nos llena y llega de diferentes maneras, por su forma de ser y de estar en nuestras vidas. Pero, entre ellos no suele percibirse de la misma forma la entrega de ese amor que a veces necesita demostrarse con más intensidad para alguno de ellos: con atenciones, con tiempos, con cosas, con escucha especial e individual para cada uno de ellos.
La relación entre hermanos puede ser fuente de seguridad y amor recíproco por ser la primer relación de pares que conoceremos, en igualdad de condiciones en complicidad, cercanía y cuidados mutuos, también tendrán que aprender a transitar emociones como los celos, las rivalidades, burlas, peleas de jerarquías familiares o por turnos, objetos, etc. (la lista es interminable), lo que debemos entender es cómo y de qué manera este vínculo tan fuerte puede marcar el desarrollo de la personalidad y la forma de relacionarse con los demás amigos y/o compañeros.
El vínculo fraterno nos permite aprender a mediar, negociar, arbitrar y resolver conflictos con pares desde muy pequeños, es en este vínculo donde aprendemos a compartir, a ceder o a defender lo que consideramos justo o injusto.
Debemos evitar conscientemente y a toda costa, que haya heridas profundas y activas que impidan ese vínculo (Ej. las preferencias evidentes por ciertos hijos), depende mucho de nosotros como padres en como les ayudemos con esas estrategias de mediación y tránsito de emociones, ayudándoles a empatizar, a perder a ganar o ganar todos, a cuidarse mutuamente teniendo en cuenta que cada uno de ellos tendrá una personalidad diferente y que la forma en la que comprenden una situación uno de los hermanos es diferente para el otro.
El hijo mayor sobrelleva la mayor carga de expectativas en cuanto al ideal de perfección, felicidad o lo que sea que deseen los padres, suelen sentirse más responsables de no defraudar dichas expectativas: ser ejemplo, sentir todo el tiempo que debe cuidar sus hermanos menores y esto no debe ser así, ya que los padres responsables de la crianza de todos los hijos somos nosotros.
Cada hermano necesita encontrar un lugar y un rol dentro de la familia que le sea solo a él, que le haga especial y único en algo en lo que pueda destacarse. Es fundamental que como padres acompañemos el desarrollo de habilidades e intereses que desde pequeños demuestran tener: la música, el deporte, otros.
Algunas ideas para tener en cuenta :
Hay tres actitudes de los padres respecto a la relación entre hermanos, que juegan un papel determinante en el desarrollo de la identidad: la permisidad absoluta (Ej. que se arreglen entre ellos); la sobre implicación (Ej. no permitirles que encuentren la solución frente algún problema que tienen y resolverles todo siempre) y la escucha atenta de ambas partes frente alguna situación.
- No compararlo con ningún otro hermano primo o amigo, así aprende a superarse a el mismo, y no por sobre los demás: competitividad tóxica.
- Felicitarlo en público y mostrarle que vale por lo que él es, no solo por lo que hace;
- Dedicar tiempo a solas y con exclusividad a cada uno de ellos, si es posible semanalmente, hacerlos sentir especiales y únicos. Esto ayuda a tener una auto estima sana y madura para cada edad.
- Dialogar a solas con cada uno, conocer sus gustos, sus intereses, sus miedos, sus anhelos y alentarlos en sus propósitos de vida desde pequeños.
- Saber que no importa en cuánto se destaque en algo, el amor de mamá y papá por él es incondicional.
- Si alguno de ellos necesita expresar su enojo, ayudarles a poner en palabras lo que les pasa. Que expresen su dolor o enojo y enseñarles a tratarse con amor y respeto todas las veces que haga falta.
- Alentar muestras de cariño físicas o a través de otras acciones amorosas entre ellos.
- No etiquetarlos ni estigmatizarlos ( Ej. el llorón, el débil, el tonto, otros) para que ese papel no se apodere de él. Los niños están siendo y cambiando todo el tiempo y eso es parte del crecimiento esperado para su madurez sana.
- Nunca mostrar más amor hacia uno de los hijos ya que puede provocar profundas heridas emocionales, por lo que crecerán con un vacío muy difícil de llenar y estas heridas de rechazo perduran hasta la edad adulta.
- Enseñarles a orar y agradecer por la vida de cada uno de ellos en familia.
Por Mariela Samoluk | Psicopedagoga y PhD en Educación